
Hoy prefiero quedarme en el banco más estático del vagón. Sé que el primer paso en falso ha sido imprescindible para poder alcanzar este banco pero echo de menos la mesa de la cocina cuando aún era azul.
En algún momento tendré que dejar de agarrarme al banco y luchar una vez más contra el vértigo. Escoger una estación.
Envidio al niño que llora en los brazos de su madre porque no lo deja andar. Hoy sabe a dónde quiere llegar.
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