Hacer su vida
no es
hacer su dicha
señor mío
Lo uno es un coche de niño
Lo otro
una bicicleta de hombre
y nadie viaja
Yo tenía un moral que tenía
hojas y hojas
Un ángel creció dentro
con fiebre roja
en la boca
Decir no ha dicho nada
En verano dejó
estallar los labios
y negro fue
el descenso de los frutos
y siempre infectada de orugas estaba la axila,
a veces fue cosa de un guarda y violinista
entonces era él un fugitivo y anduvo por el nervio
del verano su maleta era de tiempo
Entonces un sastre habitaba el cielo como huésped
hoja a hoja
cortado pagó en septiembre al septiembre
Detalles no tenían la menor importancia, señor mío
...................
La sonrisa era vieja y sin embargo todavía una niña
La mentira nos había visitado como un zarcillo
en el pelo del perro, como la gata con ocho puntas del pie
iguales.
A la amiga hacía tiempo que la compró el servicio secreto
El cerebro ya nunca fue propiedad
Así bailotea la piel en el miedo es como el vuelo de ningún
mirlo a pie en la altura
pestañear o pensarse triste
Yo no debo preguntarle nada para no saber
que lo haría de nuevo.
Herta Müller
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